Todos cometemos errores y dentro de ellos hay cosas de las cuales uno no se siente orgulloso. Yo fui de niña muy arrogante, la vida me dio duro y yo misma me di mucho palo para bajarme el ego y aprender a ser humilde (humilde pero no boba), creo que esa lección la tengo bastante adelantada.
El ego de querer tener siempre la razón nos lleva a hacer cosas realmente absurdas. Tal vez fue aprendido, eso de ni olvidar ni perdonar; uno de los castigos que me impartían era dejarme de hablar POR DÍAS, otro era recordarme por semanas algún error que había cometido.
Con el tiempo he aprendido a aceptar y perdonar, creo que no se debe olvidar, porque olvidar es como no haber aprendido la lección. Cuando tengo un disgusto con alguien, al rato ha pasado, si es muy grande luego de dormir se me ha olvidado la emoción, puedo seguir pensando en lo ocurrido pero de una manera más racional. Cuando tengo un fuerte disgusto procuro soltar la emoción lo más pronto posible, quedarse con eso es como no sacar la basura, luego de un tiempo comienza a oler mal, y al final de cuentas el primer perjudicado es uno y de paso, podría afectar a más personas. No vale la pena.
Pero hay personas que lo hacen de otra manera, que guardan su ira, que la conservan y hasta la alimentan. Cual fogón de leña que conserva un tizón encendido, esperando el soplo que reviva el fuego de su rabia.
Algunas personas que conozco son así, lo curioso es que ellas fueron quienes hicieron la ofensa pero son quienes tienen el resentimiento, como un mecanismo de defensa, supongo. A la gente le cuesta mucho trabajo aceptar que ha cometido un error, excusarse y seguir. Prefieren seguir, pero pasando por encima de otro. En fin. Pero quiero hablar de alguien, específicamente
Alguien en mi familia sigue siendo así (que conste que no es mi madre). Prefiero no dar referencias exactas (aunque con el comentario anterior, ya las di...?). La intención no es acusar, solo reflexionar. Hubo un pequeño incidente, un mal entendido, ella tuvo una reacción cargada de ira, dijo cosas fuera de lugar, Iryna le contestó que lo que había pasado no había sucedido así, que ella siempre buscaba a quién echarle la culpa. Yo cogí mis chinos y me salí, tuve que devolverme (en la salida afanada se me quedó uno de los 4, entenderán ustedes, solo tengo dos manos) y ella soltó un comentario cuando entré, que a mi manera de ver y entender el mundo estaba completamente fuera de lugar, dijo que Iryna no podía hablarle así a un adulto, que ella era solo una adolescente que no sabía nada, que eso era una falta de respeto. Me cargó de emoción, no me contuve, me di la vuelta y casi al oído le dije "sí es una adolescente, pero en muchas cosas es más madura que tú" TOUCHÉ! No me pude contener, una respuesta que aunque cierta fue bastante infantil, solo me faltó sacar la legua, jajaja, lo siento, soy humana. Recuerdan este post? Surgió debido a esa situación.
La cosa es que ha pasado más de un mes desde eso. UN MES. Y cuando la veo no me saluda, no se despide. Seré muy irónica pero eso me divierte, es que me parece tan, pero tan absurdo! Y prefiero reírme a "sufrir" por eso.
Un mes saboreando su rabia, un mes guardando el tizón para soplarlo cuando me ve... Lo veo en sus ojos. Si ella quisiera podría enfrentarme, no sé qué la detiene. Nuestra relación ya está bastante porosa... Posiblemente no llegaríamos a un acuerdo, pero valdría la pena la discusión, al menos por su salud emocional.
Y me pregunto, ¿será que siente placer al alimentar la ira? ¿será que la ira le genera una falsa ilusión de poder? (Aquí entra la fanfarria y una voz nasal en off que dice "no se pierda nuestro próximo episodio")