viernes, 16 de noviembre de 2012

El ciclo de la huerta

Hace 4 meses que no hacemos huerta. Muchas cosas han sucedido que nos ha llevado a cerrar ese ciclo y decir que no, que de momento no habrá más huerta.

El proyecto nació en octubre del 2010 y duró un año y 9 meses. Comenzamos unas 4 familias, luego el grupo creció y llegamos a ser unas 14 familias que sumábamos en total 40 personas. Nunca íbamos todos así que en promedio nos reuníamos entre 20 y 30 personas y hubo familias que estuvieron en todo el proceso y otras unos meses.

La idea surge como un espacio para reencontrarnos con nuestro Yo rural y con nosotros mismos como familias que optamos por esta alternativa con la educación de nuestros hijos.

Hicimos muchísimas cosas: echamos azadón, abonamos la tierra, miramos bichos e insectos, aprendimos a reconocer las plantas y sus semillas, sus procesos de germinación - siembra - cosecha, aprendimos de los equilibrios que se necesitan para la vida, del cuidado, de la importancia de las semillas, hicimos salidas, paseos celebraciones.

Pero lo más importante fueron todas las dinámicas sociales que se sucedieron: nos encontramos familias con hijos en edades cercanas que se conocieron y compartieron juegos, risas, cuentos y sirvió de inicio para entrelazar amistades, amistades que van en todas las direcciones: entre chicos, entre madres - padres y entre adultos y chicos. Familias que vivían cerca y no se conocían se encontraron en la huerta y de allí hasta hoy siguen compartiendo muchísimas cosas, creando espacios de encuentro y redes de apoyo. Familias preocupadas por la socialización encontraron en la huerta ese espacio que necesitaban. Y las mamás, desde allí construimos amistades hermosas que viven y florecen; nos encontramos en las demás de acuerdo a nuestros intereses, creencias y por nuestros hijos, hemos caminado con la confianza de nuestro lado y hemos aprendido tantas cosas de las otras.

Espero que la huerta haya dejado momentos gratos para todos aquellos que compartieron ese espacio que no tuvo más pretensión que el compartir un espacio de aprendizaje a través del hacer y de conocernos, juntarnos y compartir. Es un espacio que lo hicimos entre todos y al cual tengo mucho que agradecerle y siempre lo llevaré con una sonrisa en el corazón.



2 comentarios:

Silvia dijo...

Así son las cosas, vienen y van, pero algunas dejan buena huella.

Besos,

s

Zinnia Muñoz dijo...

Si, los ciclos de la vida: nacer, crecer, reproducirse y morir... Y bueno, ya veremos si como el fenix en algún momento renazca de sus cenizas.

Un abrazo a la Silvia!!